Por Thandi Marcillo Publicado 6/10/2021
Existe un impacto negativo entre una mala alimentación y el Covid-19. La mayoría de las personas llevamos una dieta occidental; mayor consumo de comida con alto contenido de grasas saturadas, azúcares y carbohidratos refinados. En todo el mundo predomina la alimentación inadecuada, lo que contribuye a la prevalencia de la obesidad y la diabetes tipo 2, estas enfermedades son dos destacados factores de riesgo de COVID-19 grave y la mala alimentación podría colocar a estas poblaciones en un mayor riesgo de patología grave por COVID-19 y mortalidad.
¿Por qué puede agravarse la enfermedad Covid-19 por una dieta poco saludable?
La típica dieta occidental consiste en altas cantidades de grasas saturadas (HFD), carbohidratos y azúcares refinados, y bajos niveles de fibra, grasas insaturadas y antioxidantes.
El sistema inmunológico se ve afectado directamente por lo que uno come, las deficiencias de cualquier nutriente, o el exceso de este, pueden afectar adversamente al sistema inmune.
La alimentación puede fortalecer el sistema inmune y proteger la salud durante el Covid-19
Una respuesta inmune óptima, que limite las infecciones depende de una dieta y nutrición adecuada, que permita reducir la inflamación y el estrés oxidativo.
En resumen, es fundamental tener en cuenta el impacto de los hábitos de vida, como el consumo de dietas poco saludables, en la susceptibilidad y recuperación del COVID-19. Ahora más que nunca, un mayor acceso a alimentos saludables debe ser una prioridad.
Por lo tanto, se recomienda que se abstenga de comer alimentos ultraprocesados, con alto contenido de grasas saturadas y azúcar o sodio y, en su lugar consuma grandes cantidades de fibra, cereales integrales, grasas insaturadas y antioxidantes para reforzar la función inmunitaria.